Mujeres de la Biblia
 

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La Mujer en la Era Mesiánica

Porque HaShem ha creado algo nuevo en la tierra: la mujer rodeará al hombre.
(Jeremías 31:22)

Esta declaración es de gran importancia. Según los diferentes niveles de interpretación, en un contexto escritural entendemos que se refiere claramente a la completa restauración de todo Israel en la Era Mesiánica, pero también tiene un significado literal que concierne al restablecimiento del plan original para la humanidad.
Para presentar una exégesis más exacta de este pasaje, necesitamos dar una traducción literal del texto hebreo:

Porque HaShem ha creado algo nuevo en la tierra: la hembra rodeará [cercará/sitiará] al hombre fuerte.

El término usado por el Profeta que es traducido en la mayoría de las versiones de la Biblia como “mujer” no es la palabra más usual “ishah”, en oposición a “ish”, hombre, sino “neqevah”, que significa simplemente “hembra”, denotando sexo femenino con las características naturales de la feminidad. De la misma manera, el término traducido “hombre” no es “ish” sino “geber”, que es un hombre fuerte, un guerrero, un combatiente.

En el principio de este estudio hemos presentado a la primera mujer en su condición original de perfecta igualdad con el hombre, según el diseño del Creador. Luego, hemos mencionado la guerra como una de las principales causas de la sumisión de la mujer a través de la historia y su necesidad de protección, la cual era responsabilidad de su marido.
El contexto en el cual esta declaración “la mujer rodeará al hombre” es el de una sociedad pacífica, en la cual ya no tiene lugar la guerra: la Era Mesiánica, cuando las armas serán transformadas en herramientas de trabajo.

“Juzgará entre las naciones, y hará decisiones por muchos pueblos. Forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” (Isaías 2:4)

“Él juzgará entre muchos pueblos, y enjuiciará a naciones poderosas y lejanas; entonces forjarán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” (Miqueas 4:3)

Entonces, habiendo sido abolida para siempre la guerra, ya no habrá necesidad de guerreros, y la mujer podrá ocupar de nuevo su lugar. La Era Mesiánica es la restauración final del orden original, en el cual se establecerán la armonía, la igualdad y la justicia.
Consideremos brevemente el significado de este pasaje en su contexto apropiado, que se refiere a la restauración de Israel, que es frecuentemente personificado por una joven mujer –como la novia en el Cantar de los Cantares, o también la esposa o la hija en los Profetas–. Aquí este anuncio está precedido por un llamado al arrepentimiento:

¿Hasta cuándo andarás errante, hija infiel? Porque HaShem ha creado algo nuevo en la tierra: la mujer rodeará al hombre.
(Jeremías 31:22)

El Profeta está hablando del Nuevo Pacto que HaShem sellará con la Casa de Israel y con la Casa de Judá, y la hija representa a Israel que retorna del exilio, la reunión de las Tribus del Norte que se apartaron de Elohim y que no han regresado a Él, se reunirán con la Casa de Judá (actual Israel, que ha mantenido el Pacto) y serán de nuevo un solo pueblo en la Tierra de Israel y en Jerusalem su eterna capital. Su redención se realiza cuando la novia retorna a su Esposo y lo “rodea”, para no alejarse de Él nunca más. Es Israel que vuelve hacia HaShem y es Su Templo, reteniendo Su Presencia en medio del pueblo.

Pero en este estudio no estamos específicamente refiriéndonos a Israel sino a la mujer en la Era Mesiánica. El anuncio “Porque HaShem ha creado algo nuevo en la tierra: la hembra rodeará/cercará/sitiará al hombre fuerte” suena como as una inversión de roles, de modo que en algunas versiones es traducido “la mujer cortejará al hombre”, o también “la mujer amará apasionadamente al hombre”. Mientras que tales traducciones podrían ser aceptables, estas implican una revolución de la situación histórica y pueden desviar la interpretación hacia la idea de que los derechos sociales que las mujeres en el Occidente están alcanzando puedan ser un cumplimiento parcial de esta profecía, que no lo es. La aseveración bíblica va más allá de estos logros, es una completa restauración de la condición original.
Lo “nuevo” que HaShem ha creado es una renovación de los orígenes, de la misma manera que el Nuevo Pacto es una renovación del ya existente, una completa restauración. En esta profecía, la mujer es de nuevo ezer k’negdo, la ayuda idónea, es tzela, la pared portante, la que es igual y opuesta, la compañera perfecta. El hombre fuerte, que representa el poder, el dominio, el gobierno, es ahora “rodeado, cercado, sitiado” por su compañera, ella es incluso su protectora. Ella representa la unidad familiar en la cual el hombre vive en paz, como la mujer descripta en Proverbios 31:10-31, "Mujer fuerte, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepuja largamente a la de piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, y no tendrá necesidad de despojo” (Proverbios 31:10-11).
La mujer en su posición original restaurada es el refugio del hombre, su tabernáculo, su santuario físico; ella es para su esposo como el Templo para el pueblo de Israel.

 

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Escrito por Sándor Avraham